Descripción
Descripción de Los Minerales y la Transmutación del Cuerpo
“Esto es lo que quiero que hagas, en tu jardín prepara esos arriates elevados, y en esos arriates cultiva plantas que sean comestibles compuestas de clorofila, esas son plantas muy verdes que puedes cortar y comerte de inmediato, y esas plantas que contienen betacaroteno en cantidad excesiva, deberías comerlas o beberlas tantas veces al día como puedas. Esas plantas o vegetales que contienen cobre y zinc, lo más probable es que obtengas esos elementos de la carne. Hay vegetales que los contienen. No debes cocinarlos. Debes comerlos crudos. Cuando llegue la hora de realmente tener la fuerza, el poder y la autoridad para elevar tu frecuencia y recrear la tierra, sé lo suficientemente sabio para darte cuenta de que necesitas toda la ayuda que puedas conseguir. Protégete a ti mismo, consume lo que te he pedido que consumas y cambiarás naturalmente de color, emanarás naturalmente un campo que repele la radiación. Dejarás de deteriorarte naturalmente, tendrás naturalmente el instrumento para seguir adelante hacia una consciencia más vasta de lo que siquiera puedes concebir. Cuida tu cuerpo físico que es tu instrumento y el albergue para construir el gran cuerpo espiritual en una realidad en el Vacío, el gran Éter. Cuando lo hayas hecho puedes llevarte al cuerpo de vuelta a casa tan bello y tan limpio como cuando lo obtuviste por primera vez. Entonces estaremos hablando de un Cristo, no de un papanatas, sino de un Cristo.”
– Ramtha
Disco 1
- Los efectos del hierro, el zinc y el cobre en el cuerpo
- El oxígeno, el nitrógeno, el dióxido de carbono, y los minerales
- El betacaroteno, el calcio y la mantequilla de cacahuate
- El metabolismo de los minerales en el cuerpo
- El cobre, el azurín
- La clorofila
- La historia de las mutaciones humanas
- Cultivar el huerto para ser más saludable
- El entorno óptimo dónde vivir
- Los antojos
Disco 2
- Ramtha habla de cantidades
- Criar tu propia carne
- Responsabilidad por uno mismo
- Nuestros pensamientos frente a nuestras palabras
- La sal
- El equilibrio es la clave